|

Caso 1:

Eran las 11 p.m. de un miércoles. El negocio llevaba varios meses malos. Preocupado por la situación, se me ocurrió explorar mis contactos en Facebook para buscar algún potencial cliente. Esa noche mandé algunos mensajes a cuates, “chicle y pega alguno”. De repente se me cruza el perfil de un amigo, que no platicaba con él hace como seis años. En mi cabeza pienso “que flojera escribirle…seguro ni me contesta”. Cierro mi laptop. Pero de repente, por alguna razón, me arrepiento, entonces vuelvo a abrir mi laptop y le disparo en mensaje: “Hola XXXX, ¿cómo va todo?, Oye me acordé de ti la otra vez que regresé a la universidad para revisar unas cosas. ¿Cuándo nos vemos para comer? Ya falta actualizarnos. ¡Un abrazo!”

Resultó que de todos los mensajes que mandé, el que menos probabilidad de respuesta tenía, fue el que contestó; el amigo que llevaba sin platicar con él más de seis años. Unos días después nos fuimos a comer, le platiqué de mi empresa, le interesó mucho lo que estaba haciendo y me presentó con un amigo suyo. Ese amigo suyo se convirtió en una pieza fundamental del crecimiento de mi empresa durante ese año. No sólo eso, después se volvió mi socio en otra empresa. Gracias a él, conocí a otros socios, que además de grandes personas, son excelentes elementos en el equipo.

Varias veces me he preguntado, ¿cómo sería mi vida si no hubiera mandado ese mensaje?, ¿mi empresa sería tan grande como es hoy?, ¿sería un fracaso?. La realidad es que nunca voy a saber esa respuesta, pero creo que esa historia muestra una de las cosas más increíbles que tiene esta vida: tu vida puede cambiar de un día a otro, en un segundo, gracias a algo que puede ser tan simple como una conversación con una persona, que llevas años sin ver.

 

Caso 2:

El papá de un amigo conoce a un señor en un avión. Platicando de varias cosas, se entera que es director en una agencia de publicidad enfocada a marcas deportivas. Resulta que su hijo, mi amigo, se moría por trabajar en una empresa como esa. Entonces el papá de mi amigo se lo comenta al señor. Intercambian tarjetas. Fast forward tres años después, mi amigo continúa trabajando ahí felizmente.

 

Caso 3:

Una amiga está haciendo el súper. En la sección de los cereales, se encuentra con un tipo y como película de Hollywood, los dos tratan de tomar la misma caja del anaquel. Sus manos se cruzan, se dan cuenta, ríen, el tipo toma la caja y se la da, dispara un chiste. Ella ríe. Fast forward, hoy están felizmente casados.

 

Una conversación con un desconocido, en un día completamente regular, puede cambiar tu vida.

No dejes de tener conversaciones con desconocidos. No dejes de abrirte a nuevas posibilidades que el mundo te puede estar mandando. ¡Sal de tu zona de confort!

Mi vida ha cambiado varias veces, gracias a situaciones completamente inesperadas. Estoy seguro que tu vida también puede cambiar, positivamente, en un segundo, si te das la oportunidad.

Last modified: 1 marzo, 2018

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *